Aquellos que están a riesgo de desarrollar un problema con el juego de azar u otras sustancias o conductas pueden afectar a sus familias, amigos y seres queridos. Al igual que otras adicciones, la adicción de apuestas puede llegar afectar la vida emocional del jugador, causando devastadoras y resultados financieros. Es común que la familia llegue a sufrir emocionalmente y económicamente por una adicción al juego de un ser querido.

¿Cuál es el problema de los juegos?

“Problema de los juegos” implica que hay problemas relacionados a los juegos de azar. Por ejemplo, una persona que pasa demasiado tiempo apostando o gasta demasiado dinero en la actividad, podrían desarrollar comportamientos problemáticos relacionados con la adicción.

Existen jugadores que pueden recuperarse del problema con el tiempo y atención adecuada. Al igual existen jugadores que llegan a desarrollar la adicción del – “juego compulsivo”.

Los términos “compulsivo” o “patológico” es una persona que no puede controlar sus apuestas y se vuelve adicto/a a los juegos de azar.

Sin el tratamiento adecuado, el comportamiento compulsivo generalmente empeora con el tiempo.

La adicción oculta

La mayoría de estadounidenses disfrutan de los juegos de apuestas sin efectos negativos e secundarios.

El juego compulsivo no es sólo un “mal hábito” o “mala costumbre”, es un trastorno emocional reconocido por la Asociación Americana de Psiquiatría. Así como existe la adición del alcohol o drogas, personas pueden convertirse en adictos al juego. Jugadores compulsivos llegan a obsesionarse con la necesidad incontrolable de jugar.

El acto de “Acción” es de lo que se trata con una persona que es un jugador compulsivo. El estar y sentir la acción (el juego) es como tomar un calmante o estimulante para poner al jugador en un estado de ánimo deseado. El efecto, sin embargo, desaparece cuando el jugador se enfrenta a la realidad de haber perdido dinero y tiempo.

El trastorno aumenta de forma progresiva y el jugador compulsivo considera que él/ella debe buscar alivio a través aún jugar más. El resultado es de una deterioración progresiva económica y emocional que puede destruir tanto el jugador como a su familia.

Numerosos estudios de prevalencia indican que el juego compulsivo afecta entre uno y tres por ciento de los adultos que apuestan. El juego compulsivo puede llegar afectar a hombres y mujeres de cualquier edad, raza o religión, independientemente de su situación económica o social.

Hay que mantener el juego de apuestas como una forma de entretenimiento o diversión. Es importante saber cómo establecer límites al apostar. Lo que es más importante es saber cuándo parar de apostar. Si usted siente que tiene un problema con el juego, o conoce a alguien que ha desarrollado un problema del juego, llame al teléfono: (888) 696-2440. Esta llamada es gratuita y confidencial.

Signos y síntomas del juego compulsivo

El término “juego compulsivo” indica que el comportamiento de jugar y apostar llega a comprometer o dañar la vida personal de quien apuesta. También suele afectar la vida de familiares, lo profesional o pasatiempos. La severidad del problema del juego de apuestas es grave y las causas aparentemente son debidas a varios factores.

La siguiente lista son ejemplos de algunos de los síntomas del juego compulsivo:

• Apostar para calmar los nervios, para olvidar las preocupaciones, o para reducir la depresión

• Falta de interés en otras actividades

• Hablando, pensando, o planificando su próxima apuesta

• Mentir acerca de sus apuestas

• El jugar y apostar solo o el apostar con mas frecuencia

• Entrar en argumentos acerca de sus apuestas

• Falta de necesidades básicas con tal de apostar

• Necesidad de apostar más dinero y con más frecuencia para conseguir el efecto deseado

• Tener problemas económicos por causa del juego